Para conocer un poco más las distintas hablas de nuestra nación, debemos hacer una mención especial a las variedades meridionales de la lengua castellana. Con ello, nos estaremos refiriendo al andaluz y a las hablas de transición (el extremeño, el murciano y el canario).
Las variedades meridionales se relacionan, en general, con el español hablado en zonas litorales de Hispanoamérica y presentan características comunes, aunque varían en su relevancia y extensión.
El andaluz
El área de dominio del andaluz reúne un conjunto de hablas muy variadas que, gracias a la evolución histórica del sur peninsular, contienen una enorme riqueza en cuanto a vocabulario se refiere. En el uso habitual de las hablas andaluzas se mantienen arcaísmos (escarpín: “calcetín”) y vocablos de la lengua mozárabe (cauchil), se incorporan palabras de la lengua gitana (churumbel), aparecen expresiones típicas de la zona (nanay), se forman palabras nuevas (malaje) y hay un mayor número de arabismos (aljofifa) que en las variedades septentrionales del castellano.
Como características principales encontramos el seseo (pronunciación de z, ce, ci como s) y el ceceo (pronunciación de scomo z). La zona seseante abarca parte de Sevilla, Córdoba, Huelva, Málaga y el oeste de Granada; en la zona sur predomina el ceceo, mientras que en el norte y en la mayor parte de la provincia almeriense se distinguen las diferencias de sonido en la pronunciación.
Las variedades meridionales se relacionan, en general, con el español hablado en zonas litorales de Hispanoamérica y presentan características comunes, aunque varían en su relevancia y extensión.
El andaluz
El área de dominio del andaluz reúne un conjunto de hablas muy variadas que, gracias a la evolución histórica del sur peninsular, contienen una enorme riqueza en cuanto a vocabulario se refiere. En el uso habitual de las hablas andaluzas se mantienen arcaísmos (escarpín: “calcetín”) y vocablos de la lengua mozárabe (cauchil), se incorporan palabras de la lengua gitana (churumbel), aparecen expresiones típicas de la zona (nanay), se forman palabras nuevas (malaje) y hay un mayor número de arabismos (aljofifa) que en las variedades septentrionales del castellano.
Como características principales encontramos el seseo (pronunciación de z, ce, ci como s) y el ceceo (pronunciación de scomo z). La zona seseante abarca parte de Sevilla, Córdoba, Huelva, Málaga y el oeste de Granada; en la zona sur predomina el ceceo, mientras que en el norte y en la mayor parte de la provincia almeriense se distinguen las diferencias de sonido en la pronunciación.
Otros rasgos característicos de las hablas andaluzas son la aspiración o eliminación de la –s final de palabra (lah niñah / la niña en lugar de las niñas), la confusión de l y r implosivas (alma = arma), el yeísmo, el uso del pronombre ustedes en lugar de vosotros (ustedes estáis) y la generalización de los sufijos diminutivos -illo / -illa.
Las hablas de transición
Como hablas de transición designamos aquellas modalidades que comparten rasgos del castellano meridional y de otras variedades.
El extremeño
Tiene rasgos comunes con el castellano septentrional, el andaluz y el leonés. Sus rasgos fonéticos más importantes son la aspiración generalizada de la –s final de palabra y del fonema /x/, el yeísmo y la confusión de r y l al final de sílaba. No obstante, la característica más destacable del extremeño es sin duda la preferencia en el léxico por el sufijo diminutivo -ino / -ina.
El murciano
Por su historia y situación geográfica, el murciano comparte características comunes con el andaluz, el aragonés y también el catalán. Entre sus características fonéticas destaca la entonación, la aspiración y pérdida de la –s final de palabra, la aspiración del fonema /x/ y el uso de los diminutivos -ico/a, -iquio/a. En algunas zonas costeras se da el seseo.
El canario
El habla del las islas Canarias recibe influencias del andaluz y de las variedades del español de América. Como rasgos fonéticos característicos se debe mencionar el seseo, la aspiración de la –s y del fonema /x/ y el uso del pronombre ustedes en sustitución de vosotros. En el léxico encontramos andalucismos, americanismos y guanchismos (palabras procedentes de la lengua de los nativos, como gofio, que designa un tipo de harina).